Se trata de un tipo de porcelana de alta calidad cuyo decorado se produce mediante productos reactivos con el fin de concederle a la pieza una apariencia única. Para ello se hace una cuidada selección del esmalte y de la materia prima, a continuación se somete a cada pieza a un proceso de doble cocción a temperaturas superiores a 1390ºC para obtener una de las vajillas más robustas del mercado. Consecuencia de ello vajillas más reforzadas, teniendo una gran resistencia al rayado y al envejecimiento y a las duras condiciones del lavado a máquina
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